Cómo Preparar una Tabla de Embutidos Fácilmente: Guía Paso a Paso
Imagina la escena: una reunión con amigos, una celebración familiar o simplemente una noche de capricho en casa. En el centro de la mesa, una tabla rebosante de colores, texturas y sabores que invita a compartir y disfrutar. Sí, hablamos de la reina de los aperitivos: la tabla de embutidos.
Muchos piensan que su preparación es un arte reservado para unos pocos, pero te voy a contar un secreto: crear una tabla de embutidos espectacular es mucho más fácil de lo que parece. Solo necesitas buenos ingredientes, un poco de cariño y los trucos que te voy a desvelar a continuación. Olvídate de colocar el embutido sin más en un plato. ¡Vamos a llevar tu presentación al máximo nivel y a dejar a todos con la boca abierta!
¿Qué Poner en una Tabla de Embutidos para que sea Perfecta?
El primer paso para el éxito es, sin duda, la elección de los componentes. La clave no está en la cantidad, sino en la variedad y la calidad. Una buena tabla debe ser un viaje de sabores, desde lo más suave a lo más intenso. Aquí te doy algunas ideas para que sepas qué poner en una tabla de embutidos y acertar seguro.
La Selección de Embutidos: El Corazón de tu Tabla
Son los protagonistas indiscutibles, especialmente, los embutidos de cerdo. Te recomiendo elegir entre 3 y 5 variedades para ofrecer un abanico de sabores y texturas. Un buen mix podría incluir:
- Un curado estrella: El Jamón Serrano o, si el presupuesto lo permite, un buen Jamón Ibérico, es imprescindible. Su sabor y textura son la base de todo.
- Un embutido especiado: Un chorizo o un salchichón a la pimienta aportan ese punto potente y aromático que tanto gusta.
- Un lomo embuchado: Más suave y magro, la caña de lomo ofrece un contrapunto elegante y delicioso.
- Otras opciones: No te olvides de la cecina, la butifarra catalana, la sobrasada o incluso especialidades italianas como el salami o la mortadela para dar un toque internacional. Además, le puedes dar un toque caliente con unas buenas longanizas de cerdo a la plancha.
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Quesos: El Acompañante que Nunca Falla
El queso y el embutido son un matrimonio gastronómico perfecto. Al igual que con los embutidos, busca la variedad. Combina un queso de pasta blanda (como un Brie o Camembert), uno semicurado (como un Manchego) y uno con carácter (como un queso azul o de cabra). La mezcla de cremosidad, firmeza e intensidad enriquecerá enormemente la experiencia.
Panes y Picos: La Base Crujiente
Necesitas un vehículo para llevarte a la boca todas estas delicias. Ofrece diferentes tipos de pan: picos de pan rústicos, regañás, rebanadas finas de pan de hogaza tostado, o incluso crackers de semillas. La textura crujiente del pan contrasta maravillosamente con la untuosidad de los embutidos y quesos.
Frutas y Dulces: El Contraste Sorprendente
Aquí es donde tu tabla pasa de «buena» a «inolvidable». El dulzor de la fruta fresca corta la grasa del embutido y limpia el paladar. Uvas, higos frescos, trozos de melón, manzana o frutos rojos son opciones fantásticas. Además, un poco de membrillo, una mermelada de higos o un chutney aportan un toque dulce y ácido que es pura magia.
Encurtidos y Frutos Secos: El Toque Salado y Texturizado
Para completar el abanico de sabores, añade elementos salados y con textura. Un pequeño cuenco con aceitunas variadas, pepinillos o guindillas suaves funciona genial. Los frutos secos como las nueces, almendras o pistachos no solo aportan sabor, sino también un punto crujiente que redondea la tabla.
Cómo Montar una Tabla de Embutidos Paso a Paso
Ya tenemos los ingredientes. Ahora llega la parte más divertida: el montaje. La presentación de una tabla de embutidos es fundamental, porque, como bien dicen, comemos primero por los ojos. Sigue estos pasos para saber cómo colocar una tabla de embutidos de forma profesional.
Paso 1: Elige la Base Ideal
La base sobre la que sirves es parte de la presentación. Una tabla de madera rústica es la opción clásica y siempre queda bien. Las tablas de pizarra también son muy elegantes y permiten escribir el nombre de los quesos con tiza. Si no tienes, no te preocupes, una bandeja grande y plana o incluso una fuente de cerámica bonita pueden servir.
Paso 2: Coloca los Recipientes y Elementos Grandes
Antes de poner la comida, sitúa los elementos que ocupan más espacio. Coloca los cuencos pequeños para las aceitunas, la mermelada o los frutos secos. Si vas a poner alguna pieza de queso entera, este es el momento de ubicarla. Distribúyelos de forma espaciada para crear puntos de interés visual.
Paso 3: La Presentación de los Embutidos es Clave
¡Aquí empieza el arte! No te limites a apilar las lonchas. Juega con las formas para dar volumen y dinamismo.
- Jamón y lomo: Colócalos de forma suelta, casi desordenada, creando pequeñas montañas.
- Salchichón y chorizo: Puedes superponer las lonchas en abanico o crear una fila serpenteante. Un truco muy popular es doblar las lonchas de salami o chorizo por la mitad y luego otra vez, pincharlas en un palillo y crear «flores» de embutido.
- Sobrasada, patés y quesos crema: Sírvelos en un pequeño cuenco para que sea fácil de untar.
Paso 4: Distribuye los Quesos con Estrategia
Corta algunos quesos en cuñas, otros en tacos y deja alguno entero para que los comensales se sirvan. Colócalos cerca de embutidos que combinen bien y asegúrate de poner un cuchillo para cada tipo de queso para no mezclar sabores.
Paso 5: Rellena los Huecos con los Acompañamientos
Este es el último toque para lograr una decoración de tabla de embutidos abundante y apetitosa. Usa las frutas, los frutos secos y los picos de pan para rellenar todos los espacios vacíos. Crea «ríos» de almendras, pequeños racimos de uvas entre los embutidos y coloca los picos de pan donde haya hueco. El objetivo es que la tabla se vea llena y generosa.

Ideas Creativas para la Decoración de tu Tabla de Embutidos
Si buscas ideas de tablas de embutidos perfectas para subir de nivel, aquí tienes unos trucos extra:
- Juega con los colores: Combina el rojo intenso del chorizo con el verde de unas hojas de albahaca o el morado de unos higos.
- Añade hierbas aromáticas: Unas ramitas de romero o tomillo no solo decoran, sino que también aportan un aroma increíble.
- Tematiza tu tabla: Puedes crear una tabla solo con productos de una región específica o adaptarla a la estación del año (con castañas y granada en otoño, o con melocotón y cerezas en verano).
Con esta guía, ya tienes todo lo necesario para saber cómo crear una tabla de embutidos que se convierta en el centro de todas las miradas y, sobre todo, que esté deliciosa. ¡Ahora te toca a ti experimentar y disfrutar del proceso!
Preguntas Frecuentes sobre Cómo Crear Tablas de Embutidos
Puedes cortar los quesos y preparar los acompañamientos (lavar fruta, poner encurtidos en cuencos) un par de horas antes y guardarlos en la nevera. Sin embargo, es recomendable lonchear los embutidos y montar la tabla justo antes de servir (como mucho, 30-40 minutos antes) para que no se resequen y mantengan todo su sabor y brillo.
Si la tabla es el aperitivo principal, calcula unos 100-120 gramos de embutido y queso en total por persona. Si forma parte de una comida con más platos, con 50-70 gramos por persona será suficiente para abrir el apetito sin saciar demasiado.
El vino tinto joven o un crianza es la apuesta segura, ya que combina de maravilla con la intensidad de los embutidos ibéricos. Un vino blanco seco y afrutado también puede ser una excelente opción para limpiar el paladar entre bocados. Y, por supuesto, ¡una cerveza bien fría nunca falla!
Si sobra algo (¡lo dudamos!), guarda cada tipo de embutido y queso por separado, envueltos en film transparente o en recipientes herméticos en la nevera. Las frutas y el pan es mejor consumirlos al momento, ya que tienden a perder su frescura.