Si hay un debate que enciende pasiones alrededor de una parrilla o una buena mesa, es sin duda el de los puntos de la carne. Esa pregunta mítica del camarero, del anfitrión o cuando estás ante la barbacoa.., «¿Cómo quiere el punto de la carne?», puede desatar sonrisas de complicidad o miradas de pánico. Porque seamos sinceros, acertar con el punto de cocción es todo un arte que transforma por completo la experiencia de degustar un buen corte.
Pero no te preocupes, no es una ciencia reservada solo para chefs con estrella Michelin. Entender los puntos de la carne es más fácil de lo que parece y es la clave para sacarle el máximo partido a esa pieza de carne que has elegido con tanto mimo. En este artículo, vamos a desmitificar los términos de la carne en España y te daremos todos los trucos para que te conviertas en un auténtico experto. ¿Empezamos?
Los 5 Puntos de Cocción de la Carne
Cada punto de la carne ofrece una textura, un sabor y una jugosidad diferentes. Conocerlos te permitirá no solo pedir con seguridad en un restaurante, sino también replicar ese punto perfecto de la carne en tu propia casa. Vamos a ver los 5 puntos de coccion de la carne, desde el más crudo hasta el más cocinado.
Muy Poco Hecho o «A la Inglesa» (Blue/Very Rare)
Este es el punto para los más puristas y atrevidos. La carne se sella a fuego muy fuerte por fuera durante apenas un minuto por cada lado, creando una fina costra caramelizada. El interior, sin embargo, permanece completamente rojo, tibio e incluso frío en el centro. La textura es increíblemente tierna y suave, casi como un carpaccio caliente.
- ¿Cómo reconocerlo? Rojo intenso en el 90% del corte.
- Temperatura interior: 45-50°C.
- Ideal para: Cortes de ternera muy magros y de altísima calidad como el solomillo.
Poco Hecho (Rare / Saignant)
Es el favorito de muchos amantes de la buena carne. Aquí, el tiempo de cocción es ligeramente mayor. La parte exterior está bien sellada y marrón, pero el centro, que ocupa aproximadamente el 75% del corte, se mantiene de un rojo vivo y jugoso. La carne está templada y empieza a liberar sus jugos de forma más evidente. Es el punto de la carne en inglés conocido como Rare.
- ¿Cómo reconocerlo? Centro rojo y cálido, con los bordes bien cocinados.
- Temperatura interior: 50-55°C.
- Ideal para: Un buen chuletón o un entrecot de ternera de primera. El calor ha empezado a derretir la grasa intramuscular, aportando un sabor espectacular.
Carne al Punto (Medium Rare / À Point)
Llegamos al equilibrio perfecto para la mayoría, la famosa carne al punto. Este es, posiblemente, el punto de carnes más solicitado y apreciado. El exterior está perfectamente caramelizado, los bordes están cocinados y el centro presenta un color rosado intenso y jugoso que ocupa la mitad del corte. Aquí, la carne alcanza su máxima expresión de sabor y jugosidad sin estar cruda.
- ¿Cómo reconocerlo? Un centro rosado y muy jugoso, con una transición clara hacia los bordes marrones.
- Temperatura interior: 55-60°C. Es la temperatura carne al punto por excelencia.
- Ideal para: Prácticamente todos los cortes de ternera, desde un filete de cadera hasta un lomo bajo. Si te preguntas cómo es la carne al punto, esta es la respuesta: una explosión de sabor en tu boca.
Punto Pasado o Hecho (Medium Well)
Subimos un escalón en la cocción. En este punto, la carne presenta solo una ligera franja rosada en el centro, siendo el resto del corte de un color marrón pálido. La textura es notablemente más firme y, aunque sigue siendo jugosa, ha perdido parte de la terneza de los puntos anteriores. Es un tipo de cocción que ofrece más seguridad a quienes no disfrutan de la carne roja.
- ¿Cómo reconocerlo? Un pequeño rastro rosado en el corazón del corte.
- Temperatura interior: 60-65°C.
- Ideal para: Quienes prefieren una carne cocinada pero sin que llegue a estar seca. Es un buen punto ternera para filetes más finos.
Carne Bien Hecha (Well Done)
Aquí no hay lugar para el rosa. La carne bien hecha se cocina hasta que todo el corte adquiere un color marrón-grisáceo uniforme. La textura es mucho más firme y la jugosidad se reduce considerablemente. Es importante cocinar la carne a fuego más bajo durante más tiempo para evitar que se queme por fuera y quede seca por dentro.
- ¿Cómo reconocerlo? Color marrón uniforme en todo el grosor.
- Temperatura interior: 65-70°C.
- Ideal para: Personas que no toleran en absoluto la carne cruda. También es el punto de seguridad para algunas carnes, como veremos más adelante.

Cómo Clavar el Punto de Cocción de la Carne
Vale, ya conoces la teoría, pero ¿cómo la llevamos a la práctica? Cocinar carne al punto deseado requiere atención y un par de trucos bajo la manga.
El Termómetro: Tu Mejor Amigo para una Cocción Perfecta
Si quieres precisión profesional, no hay nada como un buen termómetro de cocina. Es la forma más fiable de conocer el punto de cocción de las carnes. Simplemente inserta la sonda en la parte más gruesa del corte sin tocar el hueso y la tabla de temperaturas de cocción de carnes no fallará. Es especialmente útil para piezas grandes, como en una temperatura interior carne asada al horno.
Punto de la Carne | Temperatura Interior (ºC) |
Muy Poco Hecho (Blue) | 45-50°C |
Poco Hecho (Rare) | 50-55°C |
Al Punto (Medium Rare) | 55-60°C |
Hecho (Medium Well) | 60-65°C |
Bien Hecha (Well Done) | +65°C |
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El Truco de la Mano: La Guía del Parrillero Intuitivo
¿No tienes termómetro? ¡No hay problema! Puedes usar tu mano como guía. Es un método clásico y sorprendentemente efectivo para estimar el término de carne. Junta el dedo pulgar con los otros dedos de la misma mano y palpa la carnosidad de la base del pulgar.
- Mano abierta y relajada (junta con el índice): Se siente como la carne poco hecha.
- Pulgar con el dedo corazón: Esa firmeza se parece a la carne al punto.
- Pulgar con el dedo anular: Se asemeja al punto hecho o pasado.
- Pulgar con el dedo meñique: La dureza es similar a la de una carne muy hecha.
¿Qué Punto Elegir para Cada Corte y Tipo de Carne?
No todos los cortes se comportan igual ante el calor. La elección del punto de cocción ideal también depende del tipo de carne que vayas a cocinar.
Cortes Nobles de Ternera: Entrecot, Chuletón y Solomillo
Para estas joyas de la carnicería, la recomendación casi unánime es optar por un punto menos carne, es decir, poco hecho o al punto. Estos tipos de cocción de la carne permiten apreciar toda la terneza, el sabor y la calidad de una buena pieza. Cocinarlos en exceso sería una pena, ya que se volverían más duros y perderían la jugosidad que los caracteriza. ¡Un asado al punto con un buen chuletón es una experiencia religiosa!
La Versatilidad del Cerdo: Lomo, Costillar y Burgers
Con la carne de cerdo, la seguridad es lo primero. Por ello, cortes como el lomo, el secreto o un buen costillar deben cocinarse como mínimo hasta el punto hecho, asegurando que el interior alcance una temperatura segura. Afortunadamente, la grasa infiltrada del cerdo ayuda a que se mantenga jugoso. En el caso de las hamburguesas de cerdo, deben estar siempre bien hechas, sin zonas rosadas, para garantizar que son seguras para el consumo.
¿Y qué pasa con los embutidos artesanales como chorizos y morcillas?
Aquí el concepto de «puntos» cambia. Estos deliciosos embutidos no son un filete, por lo que no se habla de «carne en su punto» de la misma manera. El objetivo es una cocción de la carne completa y uniforme. Deben cocinarse a fuego medio-bajo, con paciencia, para que el calor penetre lentamente, se cocinen por dentro sin quemarse por fuera y suelten esa grasita tan sabrosa.
En definitiva, el punto perfecto de la carne es el que más te guste a ti. Ahora que tienes toda la información, te animamos a experimentar. Y recuerda, el secreto más importante para un resultado espectacular es empezar con una materia prima de calidad superior.
En Celedonio Montilla nos apasiona la carne tanto como a ti, y por eso te ofrecemos los mejores cortes para que cada comida sea una celebración. ¡Encontra tu punto perfecto y disfruta de una experiencia sabrosa comprando carne a domicilio sin tener que salir de casa, con entrega 24 horas y envío refrigerado…¿te lo vas a perder?
Preguntas Frecuentes sobre los Puntos de Cocción de la Carne
¡Absolutamente SÍ! Este es un paso CRUCIAL que muchos omiten. Al cocinar la carne, los jugos se concentran en el centro. Si la cortas de inmediato, todos esos jugos se derramarán en el plato, dejándote una carne más seca y menos sabrosa. Dejarla reposar entre 5 y 10 minutos permite que las fibras del músculo se relajen y reabsorban los jugos, distribuyéndolos de manera uniforme por todo el corte. Esto garantiza una mordida infinitamente más tierna y suculenta.
Este es uno de los mitos más extendidos. Ese líquido rojizo ¡NO es sangre! Se trata de mioglobina, una proteína encargada de transportar oxígeno a los músculos del animal. La sangre se elimina casi por completo durante el proceso de sacrificio. La mioglobina tiene un pigmento rojo que se vuelve marrón con el calor, por eso una carne muy hecha pierde ese color. Así que puedes disfrutar de tu entrecot «al punto» con total tranquilidad.
Sin lugar a dudas, el grosor es el factor más determinante. El calor viaja desde el exterior hacia el interior del corte. Por lo tanto, el tiempo que tarda el centro en alcanzar la temperatura deseada depende directamente de la distancia que el calor tiene que recorrer. Dos chuletones pueden tener el mismo peso, pero si uno es más grueso que el otro, tardará mucho más en cocinarse. Por eso, más que guiarte por el peso, es fundamental fijarse en el grosor y, si es posible, usar un termómetro.
Conseguir esa deliciosa capa exterior crujiente y caramelizada (la famosa reacción de Maillard) es clave. El secreto tiene varios trucos: primero, seca muy bien la superficie de la carne con papel de cocina, ya que la humedad es enemiga del buen sellado. Segundo, utiliza una sartén o parrilla extremadamente caliente. Y tercero, para cortes gruesos (+3 cm), puedes usar la técnica del «sellado inverso»: cocina la carne primero a baja temperatura en el horno hasta casi alcanzar tu punto deseado y termínala con un sellado muy rápido y potente en la sartén.
Aunque lo ideal es descongelar la carne, es posible cocinar un filete directamente desde el congelador, y algunos chefs incluso lo prefieren para lograr un interior perfecto con una gran costra. El método consiste en sellar el filete congelado a fuego muy fuerte por ambos lados y luego pasarlo a un horno a baja temperatura (unos 130-135 °C) hasta que el termómetro indique que ha alcanzado el punto deseado. Requiere más tiempo, pero evita la típica banda gris de carne sobrecocida debajo de la superficie.